sábado, 28 de febrero de 2009

Los tópicos nos persiguen

Son las dos y diez minutos de la mañana. Sólo restan veinte minutos para que llegue el gran momento del año. Llevo esperándolo des de hace más de dos meses pero... ¡Ya está aquí! Por una noche, todos los ojos del mundo se centrarán en un mismo lugar y en una misma hora, incluidos los míos. Estoy a punto de ver la 81 edición de los Oscar, edición que viene marcada por unas pautas estrictas que exigen brevedad y serenidad a los premiados cuando suban al escenario.

Aunque este año hay un par de cosas demasiado previsibles, que sin querer le quitan emoción a la noche. La primera es que Heath Ledger se va a llevar el Oscar al mejor actor de reparto. La seguna, que en la misma categoría femenina la estatuilla va a ir a parar en brazos de nuestra Penélope. No obstante, esto no quiere decir que no se lo merezcan. Al contrario, pienso que son dos grandes actores que se han ganado éste reconociemiento a pulso.


Heath Ledger en su papel de Jocker, que le ha valido el Oscar póstumo


¿Que os voy a decir de Penélope Cruz que ya no se haya dicho? Es una actriz extraordinaria que -todo hay de decirlo- ha ido aprendiendo a actuar con el tiempo, y gracias a sus múltiples papeles rodeada de grandes directores y actores, hasta llegar a ser una de las mejores intérpretes de todo el mundo. Lleva ya tiempo esperando un reconocimiento como éste, y hoy va a ser su gran día. De hecho, toda la prensa española se ha volcado en ella, en su vida, en su carrera, y no se hace más que hablar de ella.

Ayer mismo en el Magazine de La Vanguardia se publicó el reportaje que la famosa fotógrafa Annie Leibovitz le hizo a la española para Vogue. En él nos encontramos a una Penélope Cruz rodeada de otros destacados personajes de su mundo: el director Pedro Almodóvar; las actrices Leonor Watling, Rossy de Palma, Bibiana Fernández y Mónica Cruz (hermana de Penélope) y el canator Diego el Cigala. Pero hay una fotografía extraordinaria que me ha llamado mucho la atención. En ella sale la actriz vestida con un voluptuoso traje azul, cogiendo una rosa mientras se recuesta encima de una mesa y mira fijamente a la cámara, desafiante. En la otra esquina de la habitación y sentado en un sofá aparece el torero Cayetano Rivera, con la mirada perdida en el infinito y los brazos en jarra. Como he dicho, una imagen espectacular que recrea la España decimonónica y que nos lleva a la mente, casi sin querer, la historia de la famosísima gitana Carmen.


Fotografía del reportaje de Annie Leibovitz


La creación de Carmen, la cigarrera gitana, mitad ángel mitad demonio y con una belleza tan ideal como lasciva, por parte de Prosper de Merimée, contribuyó sin duda a fijar la visión de los viajeros románticos que, tras las guerras napoleónicas, "redescubrieron" España. Publicada en forma de libro en 1847, la historia de José Navarro, un soldado ejemplar, serio y cumplidor que acaba convirtiéndose en desertor, bandolera y asesino a causa de la inexorable pasión que Carmen le insipra, expresa a la perfección la fatalidad del deseo amoroso y la pulsión autodesctructiva que conlleva. La temprana popularización de la obra a través de la ópera homónima de Georges Bizet y el hecho de que, posteriormente, se haya adaptado al cine en numerosas ocasiones, demuestra la pertenencia de Carmen al terreno del mito[1] .

De hecho, esta mañana en clase de Periodismo Cultural, el profesor José Maria Perceval nos ha hablado de ella como una leyenda que levantaba pasiones por donde pasaba. Pero que solo era eso, una historia ficticia basada en los tópicos españoles para recrear una extraordinaria historia de amor, celos y muerte. Y en relación a esto, al final de la clase nos ha hecho una pregunta que, en realidad, creo que no tiene una respuesta clara ni senzilla: ¿Cuándo creamos una estética en un producto cultural, podemos huir de los tópicos?

Como he dicho, una pregunta extremadamente difícil a la cual no sé si sabré responder. La verdad es que personalmente -y viéndome obligada a responder-, creo que no se puede huir de los tópicos. Y no porque no se quiera, sino porque los tenemos enraizados en nuestro interior y muchas veces no somos conscientes de ellos. Si los vemos en las películas o en las series de televisión y los detectamos, nos reímos. De hecho, esto nos pasa sobretodo cuándo vemos películas norteamericanas que, o bien intentan retratar España (y se lucen con los trajes flamencos, la guitarra española, las castañuelas y los toreros) o cuándo retratan sus típicas fiestas lascivas de universitarios.


Cartel publicitario de la pelicula American Pie


En relación a esto, me viene a la cabeza una conversación que tuve la semana pasada con mi profesor de inglés. Por una serie de circunstancias, que ahora no vienen al caso, estábamos hablando una compañera y yo con él. Me pidió que le hablara sobre el Plan Universitario de Bolonia, porque conoce lo acontecido el semestre pasado en mi universidad. Y fuimos divagando hasta que nos dijo que él había hecho el proyecto de final de carrera en los Estados Unidos (aunque es de Gales). Y sin poderlo evitar, me vino a la cabeza la pregunta:

But the typical parties that we see in films like American Pie are truth or are they only an invention to make laugh?
Oh no! They're truth. Really! When I went to California to make my final project I went to a party like this because I would to see if they were truth or not. And they were it! I saw the typical group of sport's men drinking a lot and the posh's girls talking like donkeys. And a guy carrying a barrel of beer too! It was amazing!

So are they ase ignoramus as they seem?
It's difficult to say if it's truth or not. But generally yes. They're only centred in their lives and their relationships.

It can be because they're so self-cented and always looking at United States like the best country of the world?
Exactly! They feel so proud of their country and they think that it's the best. So it's normal to see people who are asked for place in a map countries like Spain or Australia and they doesn't know where they are. In fact, there's a really good video in Youtube called American Stupids that shows it. It's so funny!

Fotogramas del vídeo American Stupid

Entonces, podemos afirmar que los tópicos nos envuelven y no podemos huir de ellos, aunque queramos. Algunas veces es por motivos culturales, otras por educación y otras porque son realmente una verdad. Y como es bien sabido, no se puede huir de la verdad aunque se empleen todos los esfuerzos en ello.

¿Que creen ustedes?




[1] http://www.lecturalia.com/libro/11136/carmen

viernes, 27 de febrero de 2009

De 1609 a 2009: 400 años des de la expulsión de los moriscos


Hace 400 años Felipe III empezó una cruzada contra los moriscos, empresa que culminaría con la expulsión de más de medio millón de personas y la falsa reconversión de todos aquellos que no quisieron abandonar. Una situación miserable y patética que se excusó en la conquista que los árabes habían llevado a cabo casi mil años antes (en el 711 para ser exactos). Pero esto solo escondía los verdaderos motivos: las ansias de protagonismo del rey o la sed insaciable de poder i dinero de muchos nobles y clérigos españoles, que veían en los moriscos un obstáculo y quizás también una amenaza.

Hasta mediados del siglo XVI los moriscos fueron solo un grupo social más de la sociedad española, completamente integrados y enraizados en el territorio. Por lo tanto, su expulsión no solo supuso una ruptura de la convivencia social, sino también el final de una larga etapa histórica. Estos dos conceptos dotan la historia de un dramatismo trágico, ya que el fin de la convivencia que supuso la expulsión fue el símbolo que hizo tangible todas las tensiones que se vivían en aquel momento, y el final de una etapa histórica nos lleva, sin remedio alguno, a pensar en el genocidio y la matanza.


Desembarco de los moriscos a Orán, de Vicenç Mestre (1613)

Y precisamente este año, con motivo de este aniversario, se están llevando a cabo en todo el territorio español una serie de producciones y actos culturales para rememorar lo que fue sin duda alguna, uno de los capítulos más negros de nuestra historia. Un ejemplo de producción audiovisual cultural es el film Expulsados: la tragedia de los moriscos, que recrea -en lo que podríamos llamar una docuficción- lo que realmente sucedió en la España del siglo XVII, pero des de una vertiente mas humana, para poder acercar la historia al gran publico de manera que cale en lo mas hondo de cada individuo. Así nos encontramos con un relato de amor, pasión, intriga y tragedia que se envuelve en el contexto de la España de Felipe III.

La verdad es que seria interesante que, con este pretexto de celebración, se hicieran muchas más exposiciones, ferias o producciones culturales de este tipo, no solo para poder rendir himenaje a todas las víctimas, sino para ampliar los conocimientos sobre éste tema, ya que muchos ciudadanos ignoran la verdadera historia o, simplemente, ni la conocen. Además, esto también podría servir para despertat en los ciudadanos la necesidad de establecer una convivencia entre españoles y musulmanes, prácticamente inexistente hoy en día. Aorivechando el contexto sociocultrual en el que nos encontramos actualmente -es decir, ya que tantos musulmanes viven aquí- podríamos conseguir que ambas culturas minaran sus diferencias e intentaran comprenderse porque, en el fondo y por encima de cualquier cosa, todos somos humanos.




Moriscos


El hecho es que la gente podría darse cuenta de las grandes aportaciones que los moriscos hicieron en España, de la inmensidad de su cultura y de la impresionante herencia que nos legaron. Quizás viendo esto nos daríamos cuenta que no somos tan diferentes, que de hecho compartimos una historia, unas raíces, que vivimos en un mismo territorio y que, seguramente, tenemos antepasados en común. Por eso es tan importante dar a conocer todo lo que sucedió, pero de manera profunda y contextualizada, utilizando una buena comunicación que nos permita entender la historia real, que nos haga comprender lo mismo y que nos permita compartir conocimientos, experiencias y cultura.

Seamos francos, el conocimiento es un arma muy poderosa, sólo se tiene que saber utilitzar para buenos propósitos. Por lo tanto, revivir el recuerdo en éste cuarto centenario sería la mejor manera de reconocer a los moriscos -y a sus descendientes, claro está- todo lo que hicieron por nosotros, y dejar claro que con aquellos sucesos históricos, España perdió mucho más que la humanidad. Y quizá también empieza a ser el momento de volverla a recuperar.



Gestalgar (Comunidad Valenciana)




Para más información se pueden consultar los siguientes enlaces